Ya se va
cumpliendo un mes de la llegada del bebé a casa, y su hermana mayor pasa de un
estado de animo al otro como un brinca brinca, a veces se ve interesada incluso
preocupada cuando su pequeño hermano llora, va, lo consuela, le toca la manito
y con su mirada protectora le presta su osito favorito, luego, dos segundo
después, regresa, le quita el osito como quien recupera el bien mas valioso de
su vida y sin ni siquiera mirarlo emprende su camino nuevamente hacia sus
actividades.