Siempre he
sido fan de la frase ‘mente sana en cuerpo sano’ y durante toda mi vida siempre
que pude practiqué un deporte.
El año
pasado, teniendo a mi hija de once meses quise que ella también comenzará a
vivir la maravillosa experiencia del deporte y poder compartir con ella una
actividad que nos acercara (justo en ese momento debí retomar mis actividades
profesionales y la verdad me sentía culpable al tenerla que dejar durante toda
la semana todo el día) entonces descubrí el único deporte que ofrecían para
bebes: ‘bebé-nadador’ y mi muñeca de apenas once meses en cuestión de semanas
se convirtió en toda una sirenita J