miércoles, 13 de mayo de 2015

Maravillarse con pequeños detalles

A veces estoy tan ocupada con los oficios de casa y atareada con el bebé que no siempre veo las espontáneas muestras de amor de tu maravillosa existencia hija, pero hoy si le puse pausa al resto (a los oficios de casa no al bebé) y me dediqué a observarte muchísimo más.


 


Creo que nos ha pasado a todas, cumplir con las multifunciones del hogar y los niños no es nada fácil y ser mamá orquesta mientras llega papá en la noche es agotador.

Ir al parque no solo es un buen plan para ti, lo es también para mi, porque aparte de que me encanta tomar el aire disfruto enormemente escucharte reír a carcajadas mientras te empujo en el columpio y te veo feliz.
 
 
Me gusta escucharte tararear mientras armas tu rompecabezas, concentrada y plena, cuando cantas a la hora del baño e incluso a la hora de dormir mientras muchas veces yo me duermo primero arrullada por esa vocesita.
 
Me ENCANTA verte bailar J’y suis jamais alle con los brazos abiertos mientras das vueltas y ríes y me miras hacia arriba con esa risa transparente con tus ojos azules llenos de luz que reflejan tu pura inocencia tu transparencia tu esencia, me llenas de orgullo sabiendo que fui yo quien engendró un ser tan maravilloso y limpio, me contagias de tu bien.
 
 

No es fácil tener los ojos abiertos para todos estos detalles cuando detrás están tantas multiples ocupaciones que todas tenemos, pero créanme vale la pena hacer el esfuerzo.

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