Eso creo
yo, me despierto enérgica, con ganas de ordenar y de limpiar, menos mal existen
electrodomésticos como la lavadora y el lavaloza que me ayudan a un ritmo
infatigable porque sino el síndrome me duraría unos 30 minutos al día por mucho
creo yo.
Disfruto y
me gusta ordenar los juguetes de mi Jus, aunque no duren mucho tiempo en su
sitio, no es que yo sea una mamá desordenada, pero hay cosas que no todos los días organizo
porque ¿para qué? si en 10 minutos Justine va a pasar por ahí y todo va a estar
igual (o peor) ustedes me entienden, cuando uno se vuelve mamá esta
obligado a cambiarse el chip con respecto a varios hábitos por que si no
podríamos caer en algún tipo de demencia.
Creo que
tengo síndrome del nido y eso me hace feliz ♥ porque eso significa que a las 39
semanas que hoy empiezo la llegada de mi benjamín(a) se acerca y que apresurada
estoy porque lo admito no puedo mas, todas las que hemos pasado por este
proceso sabemos que los últimos días (y noches) son los mas largos.
Me he encontrado con el siguiente concejo para madres que lo padecen: no al té, al café y al chocolate.
Pero ¿cómo
hago? como buena colombiana me encanta el café aunque si que lo he reducido, y
ni les describo la felicidad que me da poder tomar una buena taza de chocolate
y si es con clavos y canela mucho mejor.
Espero que
de verdad sea síndrome del nido y que la llegada del bebé sea cuestión de días y que no
sea una subida de adrenalina que me de por la impaciencia de querer tener al o a la
peque ya entre nosotros.
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